Desgraciadamente por la mala época económica por la que estamos pasando son cada vez más los desahucios que tenemos que realizar, es sin lugar a duda una de las peores situaciones a las que se ve obligado a enfrentarse un cerrajero.

Siempre que se realiza un desahucio en Madrid se necesita de la ayuda de un profesional que abra la puerta de la vivienda en cuestión, ocasionando el menor daño posible.

Sabemos que para todos es desagradable y es por eso que hoy queremos daros nuestro punto de vista. Para nosotros sin ninguna duda se nos hace casi imposible realizar un desahucio cuando nos encontramos con personas mayores que por desgracia aún no han podido terminar de pagar su casa y las limitaciones de la pensión que reciben tampoco se los permiten o de familias que se han quedado sin trabajo y no tienen manera de pagar la hipoteca porque tienen que pensar primero en dar de comer a su hijos y poder ofrecerles educación.

Eso no es algo que entiendan las grandes entidades bancarias pues sus intereses son los más importante y no piensan que si no pagamos la hipoteca nos es porque no se quiera si no porque no se puede.

Pueden pensar que los cerrajeros deben negarse a realizar estos servicios pero al igual que a otros sectores de la economía, nuestro oficio también se ha visto afectado por la crisis y el trabajo es cada vez más escaso, al final y al cabo los cerrajeros también son padres de familia y su fuente de ingresos es su trabajo, pocos se ponen en nuestro lugar y no saben que tampoco no nos sentimos a gusto realizando este tipo de trabajos.

Pero no solo se nos da esta situación si no que a veces nos encontramos con viviendas que son propiedad de una persona, que esta ha decidido alquilarla y que no está recibiendo el dinero que se acordó en estas situaciones es complicada posicionarse pues por una aparte entendemos al propietario que su trabajo le habrá costado pagar su casa y ahora se encuentra con una desagradable situación pero también entendemos que si las personas que habitan esa casa no pagan el alquiler no es porque no quieran, claro está que hay excepciones pero en su mayoría queremos creer que es porque realmente no pueden.

En este artículo hemos intentado explicarle como nos sentimos y porque lo hacemos y esperamos hayamos podido llegar a usted a través de este pequeño texto y que a partir de ahora sepa que tampoco es fácil ser cerrajero en estas situaciones pues al igual que cualquier otra persona normal sentimos compasión y pena.